Muchos son los que dudan en renovar o no su equipo fotográfico, más aun en este tiempo en el que la tecnología de las cámara sin espejo resulta un autentico paso adelante. Pero en muchas ocasiones los usuarios piensan que algunas debilidades de su fotografía son provocadas por sus cámaras, cuando realmente el problema de fondo reside en los objetivos.
No es raro ver cómo los usuarios adquieren sus cámaras con un objetivo de kit o comúnmente denominado «pisapapeles», estos son denominados así porque buscan ofrecen una óptica económica y versátil, pero que esta lejos de ser una lente nítida o luminosa. Es común ver cómo estos objetivos ofrecen una luminosidad de 3,5 o 4 en sus distancias más angulares y hasta 6,3 en longitudes más largas, lo que nos obligara a subir ISO en condiciones pobres de luz.
¿Es todo cuestión de ISO? Pues en muchas ocasiones SÍ. Bien sea una foto de retrato o una foto de los peques de la casa corriendo. Cuando queremos disparar una fotografía de acción debemos subir la velocidad, esto nos obligara a abrir el diafragma o subir ISO, por lo que si el valor de diafragma es alto… nos veremos obligados a tirar de ISO en exceso. Por contra, en un retrato no dependemos tanto de disparar a una velocidad rápida, pero la luminosidad también determina el desenfoque del fondo, así que de nuevo, creeremos que nuestra cámara no es capaz de capturar buenos retratos.
Por estos motivos mi recomendación es invertir siempre en objetivos antes que en nuevas cámaras. Obviamente hablamos de tecnología y esta avanza a pasos agigantados, pero muchas veces cambiamos una cámara con solo un par de generaciones, suponiendo un gasto de mínimo 500-600€ cuando por ese importe podríamos adquirir al menos uno o dos objetivos más luminosos. Los cuales nos ayudara a ir un paso más allá en nuestras fotografías y mejorar nuestra técnica fotográfica.