En los 60´las cámaras de telémetro estaban de moda, gracias en buena parte a Leica, pero todas las marcas lanzaron sus versiones, algunas con lentes intercambiable y otras con lentes fijas como esta Canonet. Esta cámara de Canon se vendía con diferentes ópticas fijadas a su cuerpo, ellas variaban en función de la luminosidad e incorporaban un sistema de carga rápida de película, el QuickLoad, de ahí su nombre QL.
Esta en concreto es la primera versión de la cámara que hizo Canon, esta versión era la que tenia el cuerpo más grande con algunas limitaciones con sus hermanas que vinieron más tarde, como la QL17 GIII. Este modelo dispone de un exposímetro, que solo funciona cuando se usa la cámara en modo AUTO, al cambiar la rueda de diafragma al modo manual este se apagaba.
Estas cámaras son particulares porque no ves la imagen a través de la lente como las reflex. Sufren levemente de error de paralaje y enfocar depende de un espejo, una ventanita y que se solapen en el visor los elementos de la fotografía. El problema con equipos antiguos es que estos telémetros tienden a desajustarse, requiriendo cada cierto tiempo el calibrarlos.
Esta fue mi excusa para ir a Madrid a hacer algunas fotos por la Gran Vía con esta pequeña joya, eso junto a una película Kodak TriX que estaba a punto de expirar en la nevera, aunque realmente, eso me importaba poco. Como digo fue la excusa perfecta…
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