Uno de los accesorios esenciales en un equipo es el flash, es como llevar un pequeño sol en el bolsillo. Son infinitas sus ventajas y nos permite cubrirnos las espaldas en cualquier situación, nos guste o no su uso. En este vídeo os voy a resumir en puntos los aspecto más importantes del flash, con estos 5 puntos vais a comprender mejor este accesorio y empezareis a amarlo.
Como os cuento en el vídeo, el flash depende mucho de las matemáticas, ya que el exposímetro de la cámara no nos dará la lectura de la exposición. Tenemos que tener en cuenta que el número guía del flash nos indica los metros a los que podemos iluminar un sujeto.
f(diafragma)= Número guía / Metros entre sensor y sujeto
Otra norma al usar flash es intentar difuminarlo o rebotarlo siempre, pero ambas técnicas restan luz al flash. En el caso del rebote debemos calcular los metros que recorre la luz y tener en cuenta la cantidad de luz que rebota la superficie, por norma general, debemos doblar la apertura de diafragma al disparar rebotando en techos o paredes.
En caso de querer sacarle más potencia al flash podemos jugar con el ISO de la cámara, pero no es tan sencillo como calcular el f. Cuando doblamos la distancia y queremos jugar con el ISO, debemos subir 2 pasos por cada paso de distancia que subamos, es decir, si a 20 metros iluminamos bien con ISO 100, a 40 metros necesitaremos ISO 400. Esto es debido a la ley inversa del cuadrado, es decir, cuando doblamos la distancia una misma superficie recibe 4 veces menos de luz.
Pero no todo son matemáticas en el uso del flash. También tendremos que tener muy en cuenta la temperatura de color, es decir, el color de la luz. Los flashes dan una luz con una temperatura de color de 5500 ºK, es decir luz de día, si disparamos en condiciones de tungsteno o luces más cálidas que la luz día tendremos mezclas de colores que serán difíciles de corregir.