Profoto ha lanzado hoy 19 de Septiembre un nuevo producto en su linea de equipos de iluminación, se trata del foco de estudio más pequeño del mundo. O mejor dicho, de un flash dedicado de una calidad incomparable.
Partamos desde 0, del origen del problema, la falta o ausencia de luz. Es un reto al que todos los fotógrafos tienen que enfrentarse alguna vez. Hay dos alternativas para iluminar artificialmente una escena, usar un flash dedicado o un foco de estudio, los segundos ofrecen calidad de verdad, pero son caros y pesados. No aptos para muchas condiciones o proyectos. Para todo lo demás, use el flash dedicado, pero esto tiene sus inconvenientes.
Todos parten del tipo de luz, muy direccional y cuadrada, pero lo podemos solucionar con un buen puñado de accesorios. Accesorios dedicado a ampliar el haz de luz, hacerlo más redondeado pero restando mucha potencia a la luz.
Ahí es donde son realmente fuertes los flashes de estudio, claro está, suelen ir acompañados de pesadas baterías. Es el peaje que debemos pagar por tener la potencia de un foco de estudio. Pero eso ha cambiado, ya que profoto ha lanzado el nuevo «flash» Profoto A1.
El Profoto A1 es la reinvención del flash, la luz de estudio llevada a la antorcha de tu cámara. Tal vez sea por eso que no nos dan información sobre número guia. En su lugar nos dan la cifra de 76W y viene con todo un arsenal de accesorios y una luz led de modelado.
Una de las máximas de este nuevo flash es la sencillez de uso y lo han llevado al extremo. La montura de accesorios es magnética, así podremos cambiar de un accesorio a otro en segundos. Desde el Dome diffuser, el Wide Lens o el Bounce Card.
Puede funcionar con pilar AA o con una batería opcional de ION-litio, la que da un aporte energético extra al flash consiguiendo un tiempo de refresco de 1,2″ a plena potencia. Estará disponible para Canon y Nikon por el precio de 825€, algo superior a sus competidores, pero ofreciéndonos una calidad superior y algunos accesorios incluidos en el precio.