Como cada verano y cada vez, con más frecuencia. Los campos y bosques de medio mundo arden. Arden en la mayoría de ocasiones provocados por el ser humano, algunas veces de forma voluntaria y otras, involuntaria. Pero la voluntariedad o no, no cambia las consecuencias.
Este año, incendios como el de Gran Canaria, el cual aun no esta extinto mientras escribo estas letras, han arrasado miles de hectáreas, en muchas ocasiones de parques naturales, donde florece la vida hasta que llega la ceniza. En concreto, este vídeo ha sido grabado en La Granja de San Ildefonso, en la provincia de Segovia.
Este fuego, declarado a principios de agosto se llevo 400 hectáreas de monte, requiriendo la intervención de 200 efectivos, medios aéreos, incluso militares para conseguir su extinción. Una cicatriz junto a un parque natural, que tardara décadas en desaparecer.
Las fotos han sido tomadas con dos cámaras muy diferentes. Por un lado la Olympus Pen-F junto al objetivo 17mm f1.8, una cámara ideal para llevar en la mano todo el tiempo. Para las fotos finales, recurrí a la veterana Canon EOS 5D Mark II con el Irix 15mm f2.4 Blackstone.
Aquí os dejo algunas de las fotografías tomadas durante este «Silencio».