Hace aproximadamente un mes llego a mis manos la Olympus PEN-F, una cámara de estilo telémetro y sensor micro 4/3. Esta cámara llego a mi con la idea de hacer fotografía callejera, no trabajos remunerados, pero en estas semanas he cogido confianza con ella y he decidido hacer una boda con ella.
Obviamente no estoy loco, ya tengo suficiente confianza con la cámara, control, menos y la he podido probar en trabajos menores, reportajes más simples y sesiones de retrato. Por eso y por la comodidad que me brinda, así como excelentes resultados… he dado el paso y lanzarme a la piscina.
La Olympus PEN-F es una cámara un tanto particular, solo una ranura de tarjetas, pero el sensor que vemos hoy en día en todas las 4/3 de 20 megapixeles, resolución que me da la posibilidad de afrontar el trabajo con garantías. Aunque ciertamente, es más por el cliente, el cual si entrego fotos de 12-15 MP va a dudar, pero yo sé que con eso tendría resolución de sobra para cualquier cosa.
En el vídeo doy un repaso a mis miedos y como la cámara se ha ido comportando, mi mayor miedo eran las fotos del baile, entorno en el que no había probado la cámara. Por eso tenia a mano la reflex con su correspondiente disparador ¿Con cuál acabe haciendo al final el baile? Te lo cuento en el vídeo.