Estos días ha saltado la noticia de que Olympus abandona el mercado fotográfico en Corea del Sur, algo que no hace más que resucitar recientes fantasmas sobre la marca. Algunos medios tratan esta noticia como una muerte anunciada, pero hay que indagar más allá del titular oportunista.
Desde hace unos meses los rumores han apuntado a que Olympus podría estar interesada en deshacerse de la división de imagen, algo que su CEO no desmintió contundentemente en 2019 y alimento dichos rumores. La marca remarco que una de sus prioridades era mejorar el beneficio de la división y que esta, era extremadamente importante para el desarrollo tecnológico de las otras divisiones de la marca -Ciencia y Medicina son los pilares económicos de la marca-.
Los rumores parecía que se habían disipado con el lanzamiento de modelos como la M5 Mark III, M1 Mark III, nuevos objetivos como el 12-45mm y el lanzamiento a finales de este año del esperado 150-400 f4.5 1,25x. Pero la calma ha durado poco como consecuencia de este anuncio de la marca de abandonar el mercado Surcoreano ¿Es la política de la marca o su estrategia de producto los causantes?
Para quien les escribe, no es posible comenzar a buscar el origen sin retrotaerse al conflicto ancestral que ambas naciones han tenido. Desde hace siglos las diferencias culturales, económicas y territoriales, han generado conflictos entre ambas naciones, durando estas hasta el día de hoy -puedes conocer un poco más sobre su historia en Wikipedia-.
En 2019, Japón y Corea comenzaron una disputa comercial como consecuencia de una declaraciones cruzadas. Por una parte, un tribunal Coreano exigió una indemnización a mujeres víctimas de trabajos forzados durante la era colonialista de Japón en Corea entre 1910-1945. Por otra parte, Japón culpo a Corea del Sur de no respetar las políticas de exportación e ignorar un dialogo bilateral. Como consecuencia se han producido una serie de boicots a productos y servicios procedentes de Japón.
No podemos obviar la complicada situación actual de la industria, las ventas de cámaras no hacen más de caer como consecuencia del auge de la fotografía móvil entre otros motivos. Esto sumado al boicot, ha terminado por hacer a Olympus abandonar el mercado Coreano con el fin de garantizar la continuidad del negocio. Si algo no funciona es necesario corregirlo ¿Pero debería esto llegar a otros países?
Obviamente dependerá del mercado, la pandemia actual que estamos soportando no ayuda lo más mínimo y esta situación particular de boicot lo agrava en dicha región. Pero esta claro que hablamos de un negocio, el cual debe generar beneficios y eso no es un problema exclusivo de Olympus. Todas las marcas están sufriendo caídas en sus beneficios y veremos las compañías que logran sobrevivir a largo plazo.