Cuando aparecieron en el mercado las cámaras sin espejo, llegaron con el sistema micro 4/3. Un sistema basado en sensores 4/3 con la mitad del tamaño de un sensor completo (full frame). Este sistema llegaba con la garantía de una alianza entre Olympus y Panasonic.
Tal vez, este sistema fue el culpable del mantra que cataloga a las cámaras sin espejo cómo cámaras pequeñas, ya que estas, realmente lo eran. El sistema ofrecía en un principio muchas limitaciones, en gran medida, debido al uso de componentes orgánicos en su sensor, pero la calidad de los mismos fue mejorando hasta llegar a lo que tenemos ahora. Sensores que rinde bien hasta ISO aceptable.
OMD EM10 III, una cámara perfecta para viajes.
Uno de los últimos modelos de Olympus es la OM-D E-M10 III, una cámara muy compacta, con un sensor estabilizado de 16 megapixeles y capaz de grabar vídeo en resolución 4K. Es la única Olympus de la gama OM-D que monta flash integrado, pero mantiene la pantalla abatible y conexión WIFI.
Este modelo esta especialmente dirigido para usuarios de iniciación/avanzados, ya que tiene unos menús muy gráficos e infinidad de efectos creativos. Pero también es una cámara interesante para usuarios más avanzados, ya que Olympus la ha dotado de un buen grip, dos ruedas de dial y la posibilidad de disfrutar de herramientas cómo el «Live Composite».
En especial he podido probarla con la gama de ópticas f1.8, donde encontramos un 17mm, un 25mm, un 45mm y el excelente 75mm (equivalencia con 35mm 34, 50, 90 y 150mm respectivamente). Así como el nuevo Olympus 12-200, un objetivo algo más grande, pero muy versátil para viajes.
El cuerpo de la Olympus OMD Em10 III tiene unas dimensiones de 121x83x49mm y un peso de 410gr contando la batería/tarjeta de memoria. La Olympus OMD Em10 III es la versión más económica de la serie OM-D, situándose por debajo de 600€.
A continuación te dejo algunas fotografías en formato RAW que he tomado con la Olympus OM-D E-M10 III.
